sábado, 15 de febrero de 2014

The making off

Les había comentado que ese día que salí a sacar las fotos, pasaron un par de cosas. Bueno, había llovido más o menos un mes sin parar. Todos los días había llovido. Lo recuerdo bien porque apenas dejó de llover y el cielo se vió azul, agarré las muñecas y dije voy aquí al bosquecito de al lado a tomar unas fotos y vuelvo. Ni siquiera me abrigué, así como andaba y zapatillas.

Caminé con cuidado hasta la cascada, que en un día normal no toma más de dos minutos llegar ahí, pero ahora, todo embarrado y mojado, me demoré unos 10 o 15, además de ir con cuidado de no pisar el barro, iba mirando donde sacar buenas fotos a la vuelta.

Cuando terminé en la cascada, caminé hacia el lago, que está ahí cerquita. Y la muy burra ve todo verde y se va por el medio. Ahora lo pienso y fue bastante tonto, pero ese día, ocupada con mis pensamientos y lo lindo del día, me fui caminando por el medio del campo cuando de repente...

No me caí. Me hundí. Me hundí de repente. El corazón se me paralizó. A lo único que atiné fue a levantar los brazos, la bolsa con muñecas la llevaba en una mano, el teléfono en la otra. Me hundí hasta más arriba de las rodillas. El pánico me inundó. Era como arena movediza, pero en barro frío, muy frío. Intenté moverme pero me hundí más. No tenía de donde agarrarme, ni un palo, ni una liana, lo que ven en las películas es una bastarda mentira. Iba a morir ahí, sola, congelada.

Empecé a intentar salir con mucho cuidado. Se me salían las zapatillas y tuve que encoger los dedos de los pies afirmándolas. El barro me tragaba. Dí un pasito corto y el pie que se me quedaba atrás se hundió más. Lo subí con esfuerzo y dí otro pasito corto, y otro, y otro. Poco a poco fui saliendo. Qué experiencia más terrible. No respiré de nuevo hasta que estuve en tierra menos húmeda.


Para que vean que a la altura de mis ojos no se veia nada raro en el pasto, de ahí venía caminando:


Y a mis espaldas estaba el lago:


No andaba ni un alma:


Me apuré en tomar las fotos y volver. Esta vez, en vez de irme por el campo, me fui por arriba, por el cerrito:


Incluso en el cerrito se había acumulado bastante agua:


Me fui con algo de miedo, pero sabía que no me iba a hundir como en la parte baja porque el agua obligatoriamente tendría que haberse desviado desde la altura hacia abajo:


Aún así me hundí bastante:


Las zapatillas quedaron inservibles, se fueron directo a la basura:


Bueno, se acuerdan de la foto donde a la altura de los ojos todo se veía verde... así se veía la zona donde me hundí desde arriba:


Nada raro que todo eso fuera barro movedizo con esa cantidad de agua, acumulada por tantos días de lluvia. Pero desde abajo les juro que se veía todo verde, lindo y casi seco.

Seguí cerro arriba hasta el bosque:


En esta parte es en donde está la cascada y a la izquierda el lago. Esto está a 4-5 minutos de mi casa:


Y ahí ven por donde me fui caminando hasta el lago, ven que el pasto no se ve como se veía desde el cerrito:


El camino de vuelta me fui por el barro, todo esto lo caminé con cuidado en el viaje de ida para no ensuciarme, ahora me parecía que esto era NADA:


Parte del camino:



Y llegué a mi casa, acá vivo yo:


El mismo punto, pero esta vez las casas están a mis espaldas y el bosque de frente:


Llegando a la casa, saqué una foto al termómetro. Hacían 4,5 grados de temperatura y yo había andado tomando fotos, toda mojada, por cerca de una hora.


Cuando Frode abrió la puerta y me vió, me dijo "qué te pasó? te caiste?"

Le dije: noo... se me ocurrió que sería buena idea meterme en el barro con este calor.

Me metí directo a la ducha. Ya había empezado a sentirme mal. Y es que me agarré una pulmonía que no me soltó en varias semanas. De hecho, todavía no me he recuperado completamente, tengo una tos asmática que no me suelta y el médico no me da nada mientras no sea bronconeumonia.

Cuando salí, Frode me pidió que le repitiera lo que había pasado, pero con detalles, y se iba riendo más y más a medida que le contaba. Pero no te preocupes, que a las muñecas no les pasó nada, le dije para finalizar mientras él se retorcía a carcajadas. No le vi el chiste.

Ahora entiendo lo mucho que te gustan las muñecas, porque salir así a tomar una foto... a ti no más se te ocurre. Ja, y le quedaban dudas acaso...

1 comentario:

Unknown dijo...

Ajajajaja las Aventuras y desventuras de Maca en el país de las pocitas XD
Bueno, pero las fotos de las muñecas quedaron lindas... y tienes que ver el lado bueno... después de tanta lluvia tienes un paisaje por el que cuantas películas matan el presupuesto... Vives en un pequeño paraíso que algún día espero conocer <3